La juventud emerge como fuerza clave para la innovación, el desarrollo local y la construcción de oportunidades donde antes solo había carencias.
- República Dominicana se posiciona hoy entre los tres países de América Latina con mayor proporción de jóvenes emprendedores: un 42.9%, según el informe de la empresa Alegra (2023), titulado “Latinoamérica Emprende: Un análisis de las MiPymes en la Región”.
Este fenómeno no responde únicamente a una moda global, sino que refleja una transformación profunda del modelo productivo nacional. En ese giro, la juventud emerge como fuerza clave para la innovación, el desarrollo local y la construcción de oportunidades donde antes solo había carencias.
Jean Carlos Mercedes, Diógenes Henríquez y Jeorge Sansur forman parte de esa generación que ha decidido no esperar por las condiciones ideales.
Con determinación, creatividad y compromiso social, han creado iniciativas que combinan visión empresarial y transformación comunitaria. Sus historias —tan distintas como complementarias— revelan una constante: el emprendimiento como herramienta de resiliencia, movilidad social y orgullo cultural.
FORMAR PARA CRECER
“Muchos llegaron sin saber que tenían un talento. Hoy son referentes en sus comunidades”, cuenta Jean Carlos Mercedes, cofundador de Line Global Markcco.
Su proyecto, junto a Diógenes Henríquez, nació con una misión clara: democratizar el acceso a la formación empresarial desde una mirada práctica, humana y accesible.
Todo comenzó con un taller de marca personal en Santo Domingo que, más allá de enseñar teoría, ofrecía fotos profesionales, asesoría en redes sociales y guía personalizada.
“Notamos que lo que más necesitaban los jóvenes no era teoría empresarial, era creer en sí mismos”, afirma Jean Carlos.
A partir de ahí, Line Global ha llevado sus programas a provincias como Constanza, Santiago, Boca Chica y Puerto Plata, impactando a miles de personas con talleres de comunicación estratégica, habilidades blandas y modelos de negocios. Algunos son gratuitos; otros, de bajo costo. Todos están pensados desde una lógica de inclusión.
Uno de sus mayores logros ha sido el Programa de Pasantías, que conecta a jóvenes técnicos y politécnicos con oportunidades laborales reales. Muchos de esos pasantes han terminado liderando sus propios proyectos o integrándose al equipo como colaboradores estables.
La clave, aseguran, está en la colaboración. Han creado alianzas con academias de educación superior como la Universidad en Línea de México (UTEL) y con el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), lo que ha multiplicado su alcance sin perder su esencia comunitaria.
En tiempos donde el emprendimiento se asocia con éxito rápido y redes sociales, Line Global recuerda que también puede ser una apuesta por la dignidad, la educación y el bien común.
“Emprender cobra valor cuando no es solo para uno mismo; más bien, cuando transforma al otro”, agrega Diógenes.
LA CRISIS COMO CATAPULTA
Y este pensamiento también se grafica en Jeorge Sansur. Él no soñó con ser empresario, pero en 2020, en medio de una crisis personal, redescubrió en la cocina el poder sanador de las tradiciones y ahora es un ente dinamizador de la economía de su tierra.
Nacido en Bonao y criado entre aromas de fogón, encontró en las recetas de su abuela Cossetta una brújula para construir algo más grande que un negocio: un legado.
Así nació La Cocina de Sansur, una propuesta gastronómica que mezcla estilismo culinario, fotografía de alimentos y auténtica cocina dominicana.
Jeorge Sansur, creador de La Cocina de SansurFUENTE EXTERNA
“Mi compromiso con la gastronomía local es intocable. Lo que hago es celebrar lo que somos”, dice con convicción.
Con una comunidad activa en redes sociales y servicios que van desde catering hasta experiencias en vivo, Sansur ha logrado posicionar su marca personal sin caer en fórmulas virales. Rechaza las modas pasajeras y apuesta por la calidad, la narrativa visual y la conexión emocional con sus clientes.
Actualmente, el proyecto genera empleo directo para tres personas y mantiene colaboraciones eventuales con jóvenes en eventos de gran escala. Asimismo, prioriza el trabajo con proveedores locales, incluyendo agricultores y emprendedores del área alimentaria, fortaleciendo así un ecosistema productivo a nivel comunitario.
También estudió formalmente en A&B Masters y registró su empresa, apostando por la profesionalización sin renunciar a su esencia casera.
“Pretendo preservar el sabor dominicano y proyectarlo a nivel nacional e internacional. Mi visión a largo plazo incluye la apertura de un restaurante que sirva platos criollos en un formato accesible y cercano, manteniendo viva la herencia culinaria que me inspiró”, añade Jeorge.
No obstante, uno de los desafíos estructurales que Sansur identifica es la falta de financiamiento para jóvenes emprendedores.
OBSTÁCULOS SERIOS
Las historias de Line Global y La Cocina de Sansur son excepcionales. No por falta de talento; más bien por las múltiples barreras que enfrentan los emprendedores en República Dominicana y en toda América Latina, como ya mencionaba Jeorge.
Las pymes representan el 98% del tejido empresarial y más del 60% del empleo formal, según datos de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Pese a estas cifras, enfrentan obstáculos serios al intentar expandirse o internacionalizarse. Entre ellos: acceso limitado a financiamiento, escasa digitalización, baja productividad y sistemas de pago inadecuados.
Un informe de Mastercard (2025) advierte que enviar pagos internacionales pequeños puede implicar comisiones del 30% y retrasos de más de 10 días. Esto no solo afecta la liquidez, también la credibilidad ante clientes y socios.
A pesar de que el volumen de pagos B2B internacionales en la región crece al doble del promedio mundial (12% anual), el 75% se sigue gestionando por vías tradicionales, pensadas para grandes empresas, no para emprendedores que comienzan con lo justo.
Esta desconexión entre necesidades reales y soluciones disponibles limita el potencial transformador del emprendimiento.
EL ROL DEL ESTADO
Frente a ese panorama, el rol del Estado es clave para democratizar oportunidades. El Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM) ha fortalecido iniciativas como EmprendeRD, con programas que van desde la simplificación de trámites hasta la formación técnica y asesoría empresarial en zonas rurales y urbanas.
En regiones como Boca Chica, Constanza o Santiago, estas acciones han sido determinantes para que jóvenes con talento, pero sin contactos o capital puedan formalizar sus ideas y convertirlas en negocios viables.
Según datos del MICM, los sectores donde más emprenden los jóvenes son comercio, tecnología, servicios y gastronomía. Pero no se trata solo de números: estas áreas son espacios de innovación cultural, resiliencia comunitaria y construcción de identidad.
UNA GENERACIÓN QUE NO ESPERA
Jeorge Sansur, creador de La Cocina de Sansur.EXTERNA
Lo que une a Jean Carlos, Diógenes y a Jeorge —más allá de ser jóvenes, emprendedores y dominicanos— es una profunda convicción en el poder transformador de lo local. Ambos han tomado sus talentos y los han puesto al servicio de otros. Han apostado por la formación, por el rescate de la memoria, por modelos de negocio donde el éxito no se mide solo en ingresos, también en impacto.
Ellos demuestran que no se necesita salir del país para innovar. Que los negocios pueden ser éticos, creativos y sostenibles. Que la juventud no solo es futuro, es presente activo y potente.
En un país donde muchas veces se escucha que “no hay oportunidades”, estas historias contradicen el discurso de la desesperanza. No porque lo tengan fácil, es porque han encontrado en su realidad razones para construir. Porque entienden que el emprendimiento no es solo negocio: es identidad, es resistencia, es posibilidad.
Jean Carlos, Diógenes y Jeorge muestran que hay una generación decidida a transformar. Que no se conforma. Que no pide permiso. Y que, aunque el sistema aún tenga muchas deudas con ellos, están abriendo camino —a veces con machete en mano, a veces con cuchara, a veces con laptop— hacia un país más justo, creativo y emprendedor.