Tiene 23 años y pronto terminará su carrera de medicina, la cual ha ido cursando poniendo en reposo, inclusive, su sueño. Es enfermera de noche y cuando sale a las 7:00 de la mañana sigue para la universidad. También le saca partido al tiempo para escribir sus obras. Ya tiene tres y otra en proyecto.
- Contrario a lo que impone la virtualidad entre los jóvenes, que es mantenerlos atados al mundo digital, la escritura está despertando mucho interés en ellos. Génesis Javier es una de las que está dejando fluir su creatividad para ponerla al servicio de la juventud.
Tiene 23 años, es estudiante de término de la carrera de Medicina, trabaja como enfermera y, con todo y estas comprometedoras responsabilidades, saca tiempo para escribir y aportar desde su experiencia a quienes aman la lectura.
Se convirtió en protagonista de esta historia porque los esfuerzos y sacrificios que ha hecho para superarse son dignos de admirar. “Yo trabajo como enfermera por las noches, en vez de descansar un poco cuando no hay que atender algún paciente, aprovecho cualquier momentico y empiezo a escribir o a hacer mis tareas de la carrera”. Sale a las 7:00 de la mañana y, sin llegar a su casa, trasnochada, se va a la universidad.
Lo grave no es esta ruta sin descanso. Es que Génesis no tiene tiempo para dormir lo suficiente. Cuando sale de sus clases debe volver a su trabajo. “Tengo que hacerlo porque voy tras un objetivo, y así como amo mi carrera, me apasiona la escritura y trato de no descuidar ninguna de las dos”. Ella es quien se paga sus estudios.
“Cuando me falta un pasaje o algo para el cuatrimestre, le digo a mi mamá y me lo consigue. Ella es mi soporte y siempre está para mí”. Génesis sabe que, aunque sus padres Mildred y Ernesto quieran ayudarla en todo lo que emprenda, económicamente no es posible porque lo que ganan con su trabajo no es suficiente para cubrir esos gastos.
Génesis Javier durante la entrevista en Listín DiarioLISTÍN DIARIO
Nada le impide a la dueña de esta historia continuar hacia delante en la búsqueda de la superación. En cinco años se ve triunfante, recogiendo los frutos de lo que ha sembrado. “Pero no por los logros que pueda alcanzar, sino porque ya siendo doctora puedo servir a los demás por vocación más que por todo, y porque con mis libros puedo cambiar vidas, sobre todo, la de los jóvenes”. Con una sonrisa de satisfacción como si tuviera ya en esa posición, Génesis deja ver de forma genuina cuán grande es su corazón.
Quiere ser neurocirujana porque le atrae todo lo que tiene que ver con el cerebro y lo que éste es capaz de hacer. “De hecho, me encanta también la Psicología, no la estudié porque quería profundizar más en este aspecto, pero quién sabe si en algún momento también me motivo a estudiarla”. Es amante al conocimiento, de ahí que, ha perdido la cuenta de los tantos libros que ha leído a lo largo de su vida. Por ello también le gusta escribir y dar un producto impreso.
VALORES Y RELIGIÓN
Esta joven promesa de la escritura y el servicio a través de la medicina, tiene una base formativa fuerte. Sus padres la han cimentado en los valores y la religión.
“Desde pequeña he asistido a la iglesia, he seguido los pasos de mis padres en cuanto a los valores que me han inculcado y el camino de la fe por el que me han conducido”. No deja admitir que, tal vez por los tantos compromisos asumidos con su preparación, se ha apartado un poco de la iglesia, pero no se justifica.
De hecho, al preguntarle sobre qué la entristece, no perdió tiempo en decir: “El haberme alejado de Dios, eso me hace llorar, pues es gracias a Él que he logrado tantas cosas en mi vida. Me he prometido a mí misma buscar ese tiempo para acercarme a Él de nuevo, no importa cuántas ocupaciones tenga”. Mucho de lo que hoy es, se lo debe a las clases y orientaciones recibidas en el programa ‘Compasión’, dentro del cual se instruye a los menores y jóvenes en la fe.
Con esos valores y experiencias vividas es que Génesis ha escrito sus libros. ‘Cuando comencé a amarme’ y ‘Belleza frágil’ son dos títulos que hablan de su sensibilidad y de cómo sabe que viven muchos jóvenes esas etapas de su vida que ponen a prueba su fortaleza.
Génesis Javier sosteniendo uno de sus librosLISTÍN DIARIO
“FUI VÍCTIMA Y VICTIMARIA DE BULLYING”
Génesis Javier sabe que cuando se está en la preadolescencia y adolescencia las travesuras pueden ser las protagonistas de las muchachas y los muchachos. Ella no escapó a esta realidad, tanto para hacer “bellaquerías” como para que se las hicieran a ella. Hoy, con un mensaje profundo, a través de sus libros, ella ha querido recompensar a quienes fueron sus víctimas y a los que la convirtieron a ella en una.
“Yo no sólo fui víctima de bullying, yo también lo hice y me arrepiento. Eso es feo". No fueron ni uno ni dos los compañeros de los que se burló en la escuela. "Cosas de muchachos”. Al parecer, la dueña de este relato, se convertía en victimaria para hacer frente a lo que vivía cuando era a ella que le hacían pasar por malos ratos. También puede darse que le pagaran a ella con la misma moneda.
Lo cierto es que ella creció y maduró. Lo deja ver en cada página de sus libros, sobre todo, en ‘Belleza frágil’, su más reciente apuesta.
“Aquí quise llevar un mensaje a los jóvenes de que la belleza puede estar dondequiera. En un jardín hay diversas flores y eso no quiere decir que haya una más bella que otra, es cuestión de cómo te valores tú. Tal vez la margarita le dice a la rosa: ‘quiero ser como tú, que todo el mundo te prefiere’, pero tal vez la rosa le dice a la margarita: ‘y yo como tú, tan hermosa y sin espina’. Es que nunca vamos a estar conforme con lo que somos”. Lo explica la joven oriunda de San Pedro de Macorís, dejando claro que lo plantea desde su experiencia.
Su obra, la que concibió en siete meses, guarda secretos, preguntas, y quizás respuestas. No promete verdades absolutas, pero sí un viaje que sólo el lector puede completar. Esa es una de las salvedades que hace Génesis a quienes tengan la valentía de leer su libro. ¿Te atreves a descubrirlo? Con esta pregunta los reta a averiguar su contenido.
“Definitivamente, la belleza tiene una fragilidad increíble, mucho más de lo que creemos y sentimos. Aprender a amarnos es importante, no importa cómo seamos”. Lo dicho lo confirma la frase: ‘Hasta la rosa más hermosa del jardín aprendió a convivir con sus espinas’, la cual destaca en su libro.
“Soy mi musa y escribo sobre mí porque soy a quien mejor conozco”. Así lo piensa la protagonista de esta historia que, como consejo a la juventud le dice que tenga claro que en los estudios está el éxito. “No dejen de prepararse, de superarse y de luchar por sus sueños”.
Está consciente de que el desarrollo de las sociedades está sobre los hombros de los jóvenes y de personas como Modesto Guzmán, director de Desarrollo de la Comunidad, que la está apoyando en esta aventura.
SUS SUEÑOS
La conmueve ver a la gente que deambula por las calles por abuso de sustancias prohibidas. “Por eso me encantaría tener en el futuro un asilo para estas personas”. El servicio a los demás es su fuerte.
También está concentrada en su próxima obra, la que presentará el año que viene. Adelanta su título y lo explica. “Se llama ‘No estoy loca, sólo estoy cansada’, la cual tratará sobre la cantidad de mujeres que aparentemente tienen algún trastorno mental, pero que en realidad lo que están es cansada de luchar y de enfrentar lo que les toca”. Otra joya que Génesis aportará a los amantes de la lectura, y por supuesto, al legado que están construyendo jóvenes como ella.
COMPROMETIDA
Hace unos meses, Yendri le pidió matrimonio a Génesis. Dijo que sí y el anillo que lleva en su mano izquierda la delata. Eso sí, ambos están terminando la carrera de Medicina y, antes de contraer matrimonio, tienen muchos planes en carpeta.
Ambos al parecer tienen su cabeza muy bien puesta, y no juegan con su preparación profesional. Por eso pueden ser ejemplo para los jóvenes de hoy. Él la acompañó a la entrevista.