Las calles, que solían vibrar de vida, ahora parecen susurrar las historias de aquellos que ya no están, mientras la comunidad entera se aferra a la memoria de los que perdieron su futuro en un instante.
- Una semana después de la tragedia ocurrida en la madrugada del pasado martes en la discoteca Jet Set de Santo Domingo, el municipio Bajos de Haina se mantiene envuelto en un manto de profunda tristeza y desolación.
- El eco de risas y sueños compartidos se ha silenciado, dejando un vacío palpable en cada rincón. Las calles, que solían vibrar de vida, ahora parecen susurrar las historias de aquellos que ya no están, mientras la comunidad entera se aferra a la memoria de los que perdieron su futuro en un instante.
- En el único cementerio de la demarcación, los sueños y anhelos de 25 almas están enterrados con cada lágrima que cae de sus familiares, simbolizando el peso de una pérdida irreparable que marca un antes y un después en Bajos de Haina.